La vida moderna es cómoda y está rodeada de tecnologías derivadas de la ciencia que la facilitan. “Pero hoy tenemos que pagar un costo muy alto, sobre todo en las grandes ciudades, donde se producen elevadas emisiones de dióxido de carbono y estamos abonando contaminantes que derivaron en el cambio climático”, afirmó en entrevista Norma Angélica Corado Nava, doctora en Biología por la Facultad de Ciencias y colaboradora de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia, de la UNAM.
Este fenómeno global, expuso, es el gran problema del planeta y un reto urgente a resolver, razón por la cual la comunicación de la ciencia tiene mucho que decir para allegar información a los ciudadanos y se puedan entender los principales efectos e identificar posibles soluciones.
“El reto es lograr un planeta sostenible, pero ya hemos superado los 1.5 grados que debimos combatir. Y los más afectados son los países más vulnerables, además de otros que ya padecemos sequías, huracanes, falta de agua y una descomposición general de los ecosistemas terrestres y marinos”, indicó.
Asimismo, insistió en que se necesita llegar a la conciencia social para entender que el cambio climático está afectando a todos los sistemas y formas de vida en la Tierra.
En este sentido, recordó que la Organización de las Naciones Unidas requiere de las ciencias básicas para el desarrollo sostenible, pues sus aplicaciones son fundamentales para lograr avances en la medicina, industria, agricultura, recursos hídricos, planificación energética, medio ambiente, comunicaciones y cultura.
“Es importante generar ciencia para el progreso sostenible, y que los conceptos principales de estos estudios lleguen a la gente a través de la divulgación científica, para que puedan comprenderlos, concientizarse y cambiar de hábitos”, refirió.
Conciencia social
La ciencia ayuda al ser humano a entender más lo que está a su alrededor para tomar decisiones bien informadas y con un sustento sobre su diario acontecer, apuntó.
Sobre todo, precisó, el método científico ayuda a tener un pensamiento crítico, desarrollar hipótesis, verificar fuentes fidedignas de información y saber si un fenómeno es replicable.
“Lo más importante es darle a la información que estamos recibiendo una reflexión sobre si puede ser real, y hacernos esa pregunta central para poder responder desde la veracidad de los hechos”, consideró en entrevista.
En este pensamiento impera la lógica, la claridad para conocer si puedo tener una respuesta. Trata de alejarse de prejuicios o creencias a veces heredadas que aquí se ponen en duda, es decir, rompe esos círculos viciosos y nos facilita mantenernos como ciudadanos críticos, aunque no seamos científicos, acotó.
Para que las nociones de esta disciplina lleguen a todas las personas es esencial su divulgación, toda vez que es puente de unión entre el conocimiento científico formal y el entendimiento cotidiano. “Buscamos hacer ciencia cercana a la gente, despertar la curiosidad y lograr explicar conceptos básicos que pueden adquirir mayor grado de complejidad”, aseveró Corado Nava. (Fuente Universidad Nacional Autónoma de México www.dgcs.unam.mx)